Las tarimas plásticas son estructuras modulares diseñadas para optimizar el manejo y almacenamiento de productos en diversas industrias. Su funcionamiento se basa en un sistema de paneles de plástico robusto y ligero que se ensamblan de manera rápida y segura para crear una plataforma elevada y resistente. Estas tarimas ofrecen ventajas significativas en comparación con las tradicionales de madera, como una mayor durabilidad, facilidad de limpieza y resistencia a la humedad y al deterioro.
En su funcionamiento, las tarimas plásticas permiten una distribución uniforme del peso, lo que las hace ideales para el transporte de cargas pesadas. Además, su diseño modular facilita la personalización según las necesidades de almacenamiento y manipulación de cada empresa. Esto se logra mediante la combinación de diferentes tamaños de paneles y accesorios, como patas ajustables, refuerzos y sistemas de enganche.
Las tarimas plásticas, fabricadas con materiales como el polietileno de alta densidad (HDPE) o polipropileno, destacan por su resistencia estructural y su capacidad para soportar pesos significativos. Dependiendo de su diseño y especificaciones técnicas, las tarimas plásticas pueden aguantar cargas estáticas que van desde los 1000 hasta los 5000 kilogramos, e incluso más en algunos casos especializados.
Su estructura modular y su disposición de refuerzos internos les permiten distribuir uniformemente el peso de la carga, evitando puntos de tensión que puedan comprometer su integridad. Esto las hace ideales para el transporte y almacenamiento de mercancías pesadas en entornos industriales y comerciales.
Además de su resistencia física, las tarimas plásticas ofrecen ventajas en términos de higiene y durabilidad. Son fáciles de limpiar y desinfectar, lo que las hace ideales para sectores como la alimentación y la salud, donde se requieren altos estándares de salubridad.