Usar un casco viejo, un guante desgarrado o un chaleco descolorido puede ser un riesgo de accidente y de multa. El material del EPP se degrada con el sol, el uso y los químicos, perdiendo su capacidad de protección y esperar para cambiarlos puede arriesgar la integridad del personal.
La clave está en la prevención y en la calidad del producto, conocer su vida útil ayuda a invertir en reemplazos antes de que se necesiten y no hacer compras apresuradas cuando un EPP ya se ha dañado.

La vida útil del casco, aunque sea un equipo muy resistente, puede ser bastante corta. Está diseñado para absorber un impacto fuerte y luego debe ser reemplazado. Se recomienda reemplazar cada 2 a 5 años, incluso si no ha recibido un golpe, porque el sol y el calor degradan el plástico y el material. La parte del arnés o suspensión dura menos, por qué se va aflojando con el sudor y el uso constante.
La durabilidad del guante depende de su uso y material, un guante de Nylon o hule se cambia al primer signo de desgaste, abrasión o perforación. Si trabajan con químicos, se deben cambiar incluso antes de que fallen visiblemente. En cambio, los guantes de piel o cuero requieren cambio al sentirse rígidos, secos o encogidos.
El chaleco amarillo o naranja tiene una función simple: ser visto y si pierde el color, pierde su propósito. Este equipo se cambia cuando las cintas reflectivas comienzan a agrietarse, pelarse o cuando el color neón de la tela se ha opacado significativamente por el sol y los lavados. Generalmente, su vida útil ronda los 6 a 12 meses en condiciones de uso diario al aire libre.

La vida útil no es solo por el tiempo, sino por la calidad inicial, un EPP barato puede verse bien, pero su material se degrada mucho más rápido que uno con mejores materiales o más resistentes. La seguridad del personal es la inversión más importante. Un EPP de alta calidad no solo dura más, sino que garantiza que, en caso de accidente, el equipo realmente funcione como debe.
En Tarima Plástica, manejamos Equipo de Protección Personal de alta resistencia. Entendemos que la vida útil de un EPP de calidad es superior, lo que se traduce en menos costos de reemplazo a largo plazo y, lo más importante, ¡más seguridad para tu gente!
No esperes a que tu equipo de protección personal se rompa para reemplazarlo. Establece calendarios de revisión y reemplazo basados en estas guías y en el entorno específico de tu empresa. Es la mejor manera de cumplir con la normativa y cuidar a quienes hacen posible tu operación.
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